Thursday, August 12, 2010

Mis plantitas

Nunca fui una fanática del reino vegetal... más bien que de sólo ver una planta la fulmino. Puedo matar hasta un cactus. Así de mala soy... Nunca tuve un jardín, nunca una planta me sobrevivió más que dos semanas. Cuando unos amigos nos pidieron que les cuidáramos plantas en su ausencia me les rehusé vehementemente; encargarme las plantas a mí sería lo mismo que no cuidarlas en su ausencia: de cualquier manera las iban a encontrar muertas al regresar.

Hace unos años me compré unas cañitas de bambú porque estaban baratas y lindas y porque son cúl. Ah, y porque el único cuidado que hay que darles es tenerlas en agua todo el tiempo... qué tan difícil podrá ser? Bueh... todavía tengo mis cañitas de bambú, todas brotadas, felices y contentas. Ahora los nuevos brotes se me están poniendo medio amarillentos y tengo que averiguar por qué, pero de más, siguen sanitas.

Hace unos meses mi esposo se compró un par de plantas de interior (de esas tipo palmeras que no son muy lindas pero le dan algo de verdorrrrr a una oficina); pero la oficina era demasiado chica para las dos plantas así que una vino a parar a casa y la transplantó mi suegra que es una maestra jardinera (posta, tiene un título de Master Gardener...). Con la reciente vacación obligada de dos semanas en lo de mis suegros, la planta se me apacuchó un poco, pero ahí sigue... también con algunos brotes nuevos, alegrándome ese rincón vacío del living.

Una de mis vecinas me dio unos cactusitos que tenía en el patio que me encantaron; venían bien, medio descoloridos porque no son de interior y les faltaba sol; pero el otro día le pegué un patadón al pedestal con la maceta y fue todo a parar al piso, los volví a plantar pero con la consabida vacación en lo de mis suegros, al volver eran una pachuchez marrón en la maceta. Hoy los hice desaparecer.

Otro de mis vecinos fue desalojado; se fue misteriosamente por la madrugada sin que lo viéramos; así, de la misma manera en que se mudó a esa casa, y lo único que dejó atrás fue un pobre potus a medio morir saltando que el muchacho de mantenimiento me preguntó si quería. Y en ese momento ocurrió algo casi mágico, que nunca me había pasado con una planta pero que sí me había pasado muchas veces con animalitos en la calle... Me dio cosita dejar al pobre potus sin dueño... Así que ahí lo tengo, colgado frente a la ventana principal del living. La otra vuelta le corté un gajo para que creciera otra plantita pero lo debí haber cortado mal porque después de un mes en el agua no le salieron raíces. Y hoy se me dio por hacer la loca prueba de replantar ese gajo, así que descolgué la maceta y encontré nuevos brotes por todos lados. Otra vez, algo que nunca me había ocurrido me sorprendió: me alegré de tener nuevos hijitos vegetales.

Y bueh... en la maceta a la que le di el patadón, y de la cual volaron tierritas y cactus hace unas semanas planté un bonsai que compró mi esposo para su oficina y que le logré incautar. Sin darme cuenta me encontré hablándole al bonsai mientras lo transplantaba. Espero que sobreviva el transplante y que cumpla muchos más. (?) Por las dudas puse la maceta en la esquina para que no sea víctima de mis inintencionados ataques de violencia.

Todavía estoy tratando de dirimir qué vuelco loco habrá ocurrido en mi vida para que me esté volviendo una adepta de las plantitas. Tal vez sea la falta de mascotas forzada por el contrato de alquiler. Tal vez sea que me estoy poniendo grande y entiendo cosas que antes no entendía. Quién sabe. Mmmh...

Ustedes, son del reino vegetal, del animal, o de ambos dos?


5 guánder pípol séid...:

Shaggy said...

Está bueno cambiar. Tal vez el hecho de poder dedicarse a algo que "no ladre, no pille, no muerda ni ropa cosas" sea reconfortante; además, se dice que las plantas son buenas fuentes de reducción de stress, así que de última, tomalo como una especie de "terapia relax" :P

Rita said...

yo mate todas las plantas.
decidi: no mas plantas vivas.
mejor de plastico.

y ahi estan... vivitas y coleando todavia :)

P. said...

Shaggy-- es cierto, es terapéutico. :)

Noe-- yo le huía a las plantas vivas y tenía flores de plástico en la casa... hace un tiempo empecé a odiarlas. No se ven lindas como las naturales (aunque acá venden unas flores de plástico y tela muy realistas!!), juntan mugre, son medio mersa... así que opté por no tener más flores de plástico y ahí fue cuando me arriesgué con mi bambucito. Fue un viaje de ida. LOL.

PK said...

Hola Güander!!

Mi nombre es Paula y te escribo de la agencia The 7th Chamber.

Puede ser que nos pusimos en contacto el año pasado por una campaña de Toy Story o fue otra Güander W.?

Quería ponerme en contacto por una nueva iniciativa que la agencia tiene para la comunidad hispana en USA. Por favor escríbeme a mi correo.

Muchas gracias!!

P. said...

No, me parece que es otra Guánder.

Mi nombre es sin diéresis. :P jaja!

Pero sí vivo en EEUU... mmmh... no, no soy yo.

Suerte en tu búsqueda!