The horror.

Todas las mañanas, lo primero que hago al levantarme, es mirar por la ventana para aver "a qué apunta" (si apunta a soleado, a lluvioso, etc...).

Hoy me levanté a las 7 para ir a la iglesia (sí, señores, como cada domingo), pispeé por la ventana y ahí lo vi frente a mis mismísimos ojos: EL HORROR!

No me lo tomen a mal, me gusta el horror. Pero cuando cae en pleno noviembre... es medio muy pronto. Encima en las copiosas cantidades que cayó esta noche, sin avisarnos ni nada! Ayer fue un día soleado hermosísimo, qué nos íbamos a imaginar!? Y hoy: Flop. Todo esto.

Horror, te odio. Volvé en Diciembre, para Navidad, dale?

Luna Nueva

Estoy podridísima de escuchar sobre Luna Nueva. En la tele, en la radio, en internet, mis amigas, en Facebook... aaaaaaaaaaaaaaaah! La chaboncita esa, Kristen Stewart es tan mala actriz como Stephanie Meyer es una mala escritora. No entiendo la locura. Hombres lobos hubo desde siempre (?). Vampiros, toda la vida. Me está colmando la paciencia tanta locura.

Ojo, leí los dos primeros libros, ví la primera película y tengo planeado ver la segunda cuando salga en BluRay. Las películas son lo mismo que los libros para mí; son como un accidente de tránsito fatal: algo totalmente terrible que sin embargo no podemos evitar ver aunque sea de pasadita porque es más fuerte que nosotros.

Garfield

Siempre fui de esas personas que les gustan empezar una nueva semana. En ese sentido, nunca padecí el "síndrome de Garfield" de querer dormir y saltear el lunes, y empezar la semana el martes. Sin embargo, últimamente (digamos... desde hace como un mes), estoy ODIANDO los lunes. No hay palabras para expresar cuánto. No quiero levantarme, no quiero ir a clase, no quiero ver a mis profesoras, no queiro tener que asomar la nariz afuera, no quiero tener que salir a lidiar con la rutina y con todo el mundo. No quiero. Quiero dormir... y que la locura de este trimestre de clase se pase pronto. Sé que no es mucho, que en Argentina me requerían mucho más... pero en Argentina no tenía esposo, ni hija, ni una casa que limpiar, ni comida que cocinar. Esto de ser madre, trabajadora y estudiante es un garrón y medio.

El Confesionario de Guánder.

Soy yo la miserable, o en mi Facebook todo el mundo caretea sobre lo feliz y lujosa que es su vida? Que recital acá, que viaje allá, que negocio, que partido de golf, que salida con amigas, que fin de semana en no sé dónde, que viajecito en jet a tal otro lado...

Sin embargo, entre tanto catálogo de vanidades, algunas conocidas (podría llamarlas amigas, pero aunque me caen re bien y creo que es mutuo, no nos conocemos TAN bien como para llamarnos amigas) me convirtieron el chat de Facebook, que nunca uso, en un confesionario. Shock, comprensión, compasión, empatía... lo que sea. Me gusta escucharlas. Soy una persona ecuánime; tengo mis valores y mis creencias, pero respeto la vida ajena con sus idas y vueltas; soy imparcial. No sé si soy así porque me gusta caerle bien a la gente, o porque realmente me sale de adentro. Pero tal vez sean esas cosas las que hagan que la gente confíe en mí y sepa que voy a respetarlas y guardar sus confesiones como si fueran mis propios secretos.

Eso me hace pensar que debería tener mi chat de Facebook abierto más a menudo, para cumplir el rol de oreja con mis contactos. Después de todo, eso puede que sea lo único genuino que tenga Facebook.

La incógnita de la vejez.

Por qué los viejos siempre tienen el mismo olor? Será que toman la misma medicina? Será que usan el mismo jabón del año del ñaupa? Será que usan la misma marca de pañales geriátricos perfumados? Será que los órganos internos se les están deteriorando y les producen ese aliento tan característico? Será que se peinan con Glostora vencida?

Ni idea... pero ayer hablando con una señora de casi 60 años, descubrí que ella huele como la bisabuela de mi esposo, de 99 años; y que muchos viejos tienen el mismo olor rancio imposible de tapar con con un Chiclets, una ducha, o con un bidón de perfume.