Sunday, April 27, 2008

De cicatrices en la frente y estrellas que nunca fueron

(Esta es una entrada que escribí en mi blog de MSN que cerré hace mucho).

Hace un par de días, mi amigo Bruno (alias Brunis, Brunito, Boli-Boli, Lalo mecánico te pone a punto) me preguntó con qué me había hecho la cicatriz que tengo en la frente. Hace dieciocho años yo era muy fanática de Festilindo. Seguía con devoción todas sus canciones, coreografías y cantantes. Nunca fui a ninguno de sus shows, por la vieja... la vieja falta de plata de mi familia; pero ninguna tarde me perdía el programa, y le preguntaba a mi mamá cuándo me llevaría a la TV a cantar y a bailar. Por suerte, la cuerda sencillez de mi mamá, su frugalidad y su sentido común, nunca me acercaron, ni remotamente, a las latitudes de Festilindo. Pero, como toda niña, nunca perdí mi ilusión. Bueh... sí, pero eso ocurrió cuando dejaron de transmitir el programa. Es decir: nunca perdí mi ilusión mientras la tuve. Y me lo pasaba cantando las canciones de Festilindo... Un día improvisé un escenario sobre una banqueta nueva, y me puse a cantar... ahí mismo, en ese espacio tan acotado. Trastabillé y me caí redondamente al piso, cortándome la frente con el borde del taponcito de la punta de la pata de la banqueta (qué explicación complicada...). Analogías más, analogías menos... la misma pelada de frente fue la de Lorena Paola, aunque con mayor agonía, porque siempre, desde su paso por Festilindo gozó de una pseudofama y un cuasi estrellato en ciertos programas de dudosa calaña en la TV argentina y ahora es rotundamente ignorada por quienes antes adoraban su candidez infantil. O peor aún, la pelada de frente de Pablito Ruiz, con sus problemas hormonales post "Oh, mamá!" que lo condujeron a un forzado exilio en México, nadie sabe muy bien para qué...

En fin, yo con mi cicatriz en la frente, y sin pena ni gloria, canté en el coro de la escuela y bailé pericones, carnavalitos, zambas y chacareras en actos. Soy una buena bailarina. Actué en sketches en mi Iglesia, y mi gran logro público fue cantar "La Bifurcada" con mis amigos en un restoran-karaoke en Trelew, que no sé por qué, ya no existe más.

Tengo una casi imperceptible cicatriz en la frente y una vida de anonimato, carente de ridículos en público y de escándalos televisivos. No le tengo que dar explicaciones a nadie de mi vida particular, ni tuve que huir, acosada por la prensa amarillista, a causa de mi pasado como simpática y espontánea niña prodigio devenida, como es lógico, en un adulto ausente de toda gracia, y desbordante de excepticismo. No me juna nadie, y a pesar de aquella frustración pueril y esa lastimadura que tuve, Festilindo, no me hizo más daño en la vida.

Qué loco, ¿no?

2 guánder pípol séid...:

Shaggy said...

Siempre fuí un duro para la actuación... pero bueh...

Tengo algunas puestas en escena de las cuales estoy orgulloso!

- Como agua para chocolate
- La nona
- El tórdido romance

http://i29.tinypic.com/2eb5qbr.gif

P. said...

Mamita...! Qué caripelas!